¿El Día del Señor?

 

Muchos cristianos tiene el concepto equivocado de que se ha cambiado el cuarto mandamiento. Creen que el séptimo día semanal, el sábado, ha sido cambiado por el domingo, que es el primer día de la semana. Lo llaman el "sábado cristiano" o el "Día del Señor." Antes de que repasemos algunos pasajes de las Escrituras que usan para apoyar semejante punto de vista, veamos el ejemplo que las escrituras del Nuevo Testamento nos ofrecen.

Conforme a su costumbre (de Yeshua), el día del sábado, entró en la sinagoga y se levantó para leer." (Luc. 4:16) Si no lo hubiese hecho, hubiese pecado contra Yahwéh quebrantando el cuarto mandamiento. Durante todo el ministerio el Salvador guardó siempre el séptimo día, el sábado, sin jamás sugerir ni dar a entender que el guardarlo fuese a cambiarse por el domingo o que fuese a eliminarse por completo. Hasta enseñó que es legal sanar y hacer buenas obras en el sábado. (Mat. 12:10-12)

Las Escrituras nos dicen además que Pablo tenía por costumbre asistir a los servicios en la sinagoga el sábado (Hechos 17:2). Muchos cristianos dan por sentado que esto lo hacía más bien con el propósito de dar testimonio que de adorar y también dan por hecho que Pablo asistía a las fiestas en Jerusalén por el mero hecho de dar testimonio. Hechos 20:16 dice: "Pues Pablo había decidido pasar de largo a Efeso para no detenerse en Asia; porque, de serle posible, se apresuraba para pasar el día de Pentecostés en Jerusalén." Sin hacer un estudio más profundo, podemos dar por hecho que lo hizo con el propósito de dar testimonio. Sin embargo, Hechos 24:11,12 se refiere a ese mismo viaje, diciendo: "Tú puedes cerciorarte de que no hace más de doce días que subí a Jerusalén para adorar. No me hallaron disputando con nadie en el templo, ni provocando tumultos del pueblo, ni en las sinagogas ni en la ciudad."

Pedro fue a Jerusalén para adorar en el sábado anual, llamado la Fiesta de las Semanas o Pentecostés. El y otros 119 hermanos también estaban adorando a Yahwéh ese mismo día (Pentecostés) en Hechos 2:1. De no haber obedecido al mandamiento de Yahwéh, en cuanto a celebrar una convocación santa ese día (Lev.23:15,16,21 - un estatuto para siempre), no hubiesen recibido el Espíritu Santo.

Fíjese bien en los siguientes versículos:

¡En Hechos 13:14 Pablo y su compañía se sentaron en la sinagoga en Sábado. Después del servicio, los gentiles querían que Pablo les predicase al sábado siguiente (v. 42)! ¿Por qué esperaron toda una semana si Pablo les iba a predicar de nuevo al día siguiente, el domingo? El versículo 44 nos dice que toda la ciudad acudió a escuchar a Pablo al sábado siguiente.

Cuando Pablo y toda la compañía llegaron a la próxima ciudad, es decir, a Icono, volvieron de nuevo a la sinagoga en Sábado. Tanto los judíos como los griegos estaban allí para escuchar la palabra. Si los discípulos estaban adorando también en domingo, sin duda los griegos preferirían asistir a ese servicio, pero vemos que no se menciona el domingo para nada.

Hechos 18:1-4 es muy interesante. Pablo se fue a vivir con un matrimonio judío en Corinto. El versículo 4 dice: "Y discutía en la sinagoga todos los sábados y persuadía a judíos y a griegos." Eso lo hizo durante "un año y medio, predicando la palabra de Yahwéh entre ellos." Es decir, durante unos 78 sábados seguidos. Nuevamente, no se menciona el domingo para nada y se enseñaba tanto a los judíos como a los gentiles.

Después de pasar algún tiempo en Efeso, nuevamente asistiendo a los servicios en la sinagoga (Hechos 18:19, 20), tuvo que marcharse porque "tenía que guardar la fiesta que se iba a celebrar en Jerusalén." (v. 21) Probablemente se refiriese a la Fiesta de los Tabernáculos, cayendo el primer día en otro sábado anual.

Hallamos también a Pablo ayunando con sus compañeros del barco en Hechos 27:9. En el margen de la versión KJV dice: "el 10 del mes séptimo" [Lev. 23:27]." Una vez más, se menciona otro sábado anual, el Día de la Expiación. Los versículos 33 y 34 confirman el hecho de que estaban ayunando.

En todo el libro de los Hechos, que abarca unos 32 años de historia de la "iglesia", leemos solo acerca de la observación del sábado semanal y del anual, sin que se mencione para nada el domingo, que es el primer día de la semana, excepto en Hechos 20:7.

Además vemos que los seguidores de Yeshua continuaron observando el sábado semanal en Luc. 23:56 después de la muerte y el entierro de Yeshua y tenemos la advertencia que hizo Yeshua a sus discípulos acerca de la existencia continuada del sábado. En Mat. 24 el Mesías profetiza acerca de los acontecimientos de los últimos días. En el versículo 20 dice a sus discípulos: "orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado."

Con todos estos testimonios acerca del sábado semanal y anual, ¿cómo pueden los predicadores cristianos enseñar que el domingo es el sábado cristiano? Es una enseñanza común que el sábado se cambió por el domingo en honor a la resurrección del Salvador en ese día. Comoquiera que no existe un mandamiento en la Biblia, que proceda ni del Padre, ni del Hijo, ni de los apóstoles ni de los discípulos, que autorice a que se haya efectuado dicho cambio, la única prueba reside en los versículos que hacen alusión al "primer día de la semana", de los cuales no hay más que ocho, así que examinemos estos versículos.

Mat. 28:1 - Lo único que podemos aprender de este versículo es que el primer día de la semana no es el sábado. ¿Por qué no dice el versículo "al final del séptimo día, al comenzar a amanecer el sábado cristiano...?"

Mar.16:2 - Se refiere al mismo acontecimiento y no hay nada nuevo acerca de un nuevo día de adoración.

Mar.16:9 - Vss. 11-14 nos dice que los discípulos "no creyeron" que Yeshua hubiese resucitado. Esto demuestra que ninguno de los versículos que se refieren al día de la resurrección son prueba de que se santificase el domingo como el nuevo sábado cristiano.

Luc. 24:1 - Lo mismo que en Mat. 28:1; Mar. 16:2. Nada acerca de un nuevo día de Juan. 20:1 - Lo mismo que en Mat. 28:1; Mar. 16:2; Luc.24:1.

Juan 20:19 - Sería equivalente a nuestro domingo por la noche o el segundo día de la semana para los discípulos. Fíjese el lector en que estaban reunidos "por miedo a los judíos" no para adorar ni para tener comunión. Estaban escondiéndose. Según Mar. 16:11-14 no creían que Yeshua hubiese resucitado, de modo que no había motivo para que santificasen ese día como el nuevo sábado en ese momento.

Juan 20:26 - Este versículo no se refiere al domingo. Ocho días después de la noche del domingo es la noche del Lunes o el comienzo del tercer día de la semana para los discípulos.

Hechos 20:7 - ¿Qué quiere decir "partir el pan"? ¿Quiere decir participar "en la cena del Señor" en domingo? Según Hechos 2:42-46 el "partir el pan" era algo que se hacía a diario y quiere decir sencillamente participar en una comida. En Hechos 20:7 los discípulos terminaron el servicio del shabbat el sábado. Después de que se hubiese puesto el sol, acabando el shabbat y comenzando el primer día de la semana, comieron juntos y después Pablo les estuvo predicando hasta la media noche del domingo (nuestro sábado por la noche). Los discípulos celebraron esta reunión especial porque su amado Pablo tenía que marcharse a la mañana siguiente (v. 7). Por la mañana tenía planeado caminar aproximadamente 15 kilómetros hasta Assos. Fíjese el lector en que no pensaba realizar este viaje agotador en shabbat, sino que esperó al domingo, que era otro día laboral.

1 Cor. 16:2 - ¿Se refiere esto a recoger una ofrenda durante el culto del domingo? No, si comprobamos lo que dice en Hechos 11:27-30; Rom. 15:25-28 vemos que hubo una gran hambre, que causó graves problemas a los hermanos que estaban en Judea y en Jerusalén. Pablo pidió ofrendas a los gálatas, a los corintios, a los macedonios y a los hermanos de Acacia. Les dijo que recogiesen las existencias (alimentos, ropa etc. etc.) antes de su llegada, no queriendo tener que esperar que se recogiesen las ofrendas a su llegada. A continuación llevó estos artículos de ayuda a Jerusalén para distribuirlos entre los santos necesitados, de modo que no hay nada en estos versículos que indique una típica colecta de domingo. Era una colecta especial, que se hacía una sola vez, por causa del hambre y se llevaba a cabo en domingo por la cantidad de trabajo que llevaría recoger todos los bienes, algo que nunca habrían hecho en el sábado.

Apoc. 1:10 - ¿Es el "día del Señor" un nuevo nombre para el domingo; una referencia al shabbat semanal o una referencia al "Día del SEÑOR", o al "Día de Yahwéh"? Esto último puede que fuese cierto, puesto que Juan fue trasladado en espíritu a un tiempo profético llamado "El Día de Yahwéh." Parece, sin embargo, más factible que Juan se estuviese refiriendo al sábado semanal. Yeshua, al referirse a sí mismo, dijo: "...Así que el Hijo del Hombre es Señor también del Sábado." (Mar. 2:28) En otras palabras, como Yeshua es Señor o Dueño de ese día, el shabbat semanal en sábado es el día del Señor o el día de Yeshua, así que el decir que quiere decir domingo es una pura suposición sin hecho o sin ninguna cita de las Escrituras que lo apoyen.

De modo que ¿a qué conclusión podemos llegar?

Para repasar:

1) Yeshua guardó el shabbat o sábado y nosotros debemos seguir el ejemplo que nos dio, especialmente teniendo en cuenta que él es Señor de ese día y no del domingo.

2) Los judíos, los gentiles y los discípulos, se reunían continuamente en la sinagoga el día del sábado con el propósito de leer, de adorar, de enseñar, de predicar y de razonar juntos.

3) Ninguna de las 8 referencias que se hacen al primer día de la semana apoyan el que los creyentes se reúnan en domingo.

4) El cuarto mandamiento, escrito sobre tablas de piedra como señal de su inmutabilidad (su naturaleza incambiable) declara el séptimo día como el día de reposo, no el primero.

Añadamos a ese hecho el que:

1) Solo fue santificado y bendecido el séptimo día (Gén. 2:1-3) no el domingo.

2) Seguimos el ejemplo del Creador, descansando como lo hizo El.

3) Recordamos la gran creación de Yahwéh al reposar de la misma manera que lo hizo El.

4) Reconocemos la única señal que jamás le fue dada al pueblo de Yahwéh y que nos informa acerca de quién es el que nos santifica (Exo. 31:13)

5) El sábado es un "pacto perpetuo (eterno)" que es aparte y diferente del pacto antiguo

6) Hay grandes bendiciones reservadas a aquellos que guardan el Sábado como día santo (Isa. 58:13, 14).

7) Durante el Milenio los redimidos adorarán a Yahwéh en los días del sábado y en los días de Luna Nueva. (Isa. 66:22, 23).

Hay algo más que quiero añadir antes de finalizar. Quisiera llamar la atención del lector a lo que dice en Heb. 9:16-17: "Porque donde hay un testamento, es necesario que se presente constancia de la muerte del testador. El testamento es confirmado con la muerte, puesto que no tiene vigencia mientras viva el testador." Un testamento o última voluntad solo se puede alterar mientras esté vivo el testador. Además, solo puede ser alterado por esa persona. Una vez que muere el testador, no se puede cambiar el testamento. Una vez que Yeshua hubo muerto, no se pudieron introducir cambios en su voluntad o testamento. Por lo tanto, el sábado solo podía cambiarse por el domingo si lo hacia Yeshua antes de su muerte. Cualquier cambio introducido por otra persona, excepto Yeshua, serían cambios no autorizados. Comoquiera que no existe tal autorización en la Biblia, el séptimo día del sábado continúa siendo un día santo de reposo para el pueblo obediente de Yahwéh.

Existen muchos más hechos que son demasiado numerosos como para mencionarlos, todos los cuales establecen, por encima de toda sombra de duda, la verdad acerca del séptimo mandamiento. El exaltar el domingo por encima del séptimo día del sábado, conforme al mandamiento del Todopoderoso Yahwéh es exaltar la tradición. Yeshua el Mesías reprendió a los escribas y a los fariseos por hacerlo en Mat. 15:1-9. En ese caso, estaban transgrediendo el quinto mandamiento. Llegó hasta a decir que los escribas y los fariseos estaban adorando en vano debido a que estaban exaltando la tradición por encima de los mandamientos de Yahwéh. (v. 9).

Mi oración es que se encuentre usted entre los fieles, que guardan los mandamientos de Yahwéh Todopoderoso, porque ese es el fruto de la verdadera santidad.

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