Reprimiendo la Controversia acerca del Recuento de la

Fiesta de las Semanas

 

La manera apropiada de contar los días de la Fiesta de las Semanas (es decir, de Pentecostés) ha sido un tema controvertido durante al menos dos mil años, siendo motivo de división entre los fariseos y los saduceos durante el ministerio terrenal de Yeshua. Incluso en nuestra época la controversia continua dividiendo a muchos grupos.

Parece ser que aunque la mayoría de los grupos que celebran la fiesta se inclinan por el recuento a partir del día después del Sábado semanal, que coincide con la Fiesta de los Panes sin Levadura. El contar cincuenta días a partir de ese momento hace que Pentecostés se celebre siempre en domingo. Los judíos han contado, desde el punto de vista histórico, cincuenta días desde el día después del día de reposo solemne, el 15 de Abib. Hablando al respecto, el historiador Josefo observó en su obra titulada "Antigüedades de los Judíos" "Pero en el segundo día de los panes sin levadura, que es el día dieciséis del mes, participaron de los frutos de la tierra, porque antes de ese día no los tocan...y también, en esta participación de las primicias de la tierra, sacrifican un cordero, como holocausto a [Yahwéh]." (Anti. 3.10.5). En este relato, la referencia a las primicias se refiere al "manojo de espigas como primicias" que habían de mecerse "el día siguiente del sábado" (Lev. 23:10, 11). Por cierto esto es algo que Josefo escribió durante el primer siglo de la E.C.

¿Por qué creen los judíos que el "sábado" mencionado en Lev. 23:11 y 15 es el día solemne del 15 de Abib y otros creen que se trata del sábado semanal? Una razón se basa en un estudio superficial del texto de Hebreos. La palabra hebrea que quiere decir "sábado" es "shabbat" y se usa normalmente para referirse al sábado semanal. Por lo tanto, es fácil llegar a la conclusión de que el sábado mencionado en Lev. 23:11, 15 también es el sábado semanal. Sin embargo, si se hace un estudio en profundidad de "shabbat" nos daremos cuenta de que también se usa en relación con el Día de la Expiación, que se considera un Día Solemne o shabatton en hebreo. En Lev. 23:32, se llama al Día de la Expiación "sábado" (en hebreo "shabbat").

Aquellos que creen en contar desde el sábado semanal realizan enormes esfuerzos por demostrar que el "shabbat" se refiere al sábado semanal y "shabbaton" se refiere al día solemne. Lev. 23:32 muestra claramente que al día solemne también se le puede llamar "shabbaton". Si al día solemne del Día de la Expiación se le puede llamar shabbat, entonces el sábado de la Fiesta de los Panes sin Levadura (el 15 de Abib) también se le puede llamar un sábado. De hecho, es exactamente lo que lo llama el Nuevo Testamento en Juan 19:31: "Entonces los judíos, por cuanto era el día de la Preparación, y para que los cuerpos no quedasen en la cruz en el sábado (pues era el Gran Sábado) rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas." El "día solemne" era el primer día de la Fiesta de los Panes sin Levadura (el 15 de Abib), al que aquí se le llama "el día del sábado" porque es exactamente lo que es, como lo son los demás sábados anuales. En Mat. 12:2 y 24:20.

También se usa shabbat para referirse al descanso sabático del séptimo año en la tierra. En Lev. 25:4 el séptimo año es "un día de sábado para Yahwéh" y también se le llama el "sábado de reposo" o "shabbat shabaton". No se puede decir sencillamente que el séptimo año es un sábado semanal porque se le aplica la palabra "shabbat".

Hemos visto cómo al Gran Sábado y el año sabático se les puede llamar un shabbat, pero ¿se le puede llamar así al sábado semanal que, supuestamente, solo se puede referir al Gran Sábado? Exo. 16:23 dice: "Y él les dijo: --Esto es lo que ha dicho Yahwéh: 'Mañana es sábado de reposo, el sábado consagrado a Yahwéh. Lo que tengáis que cocer al horno, cocedlo hoy; y lo que tengáis que cocinar, cocinadlo. Y todo lo que sobre, dejadlo a un lado y guardadlo para la mañana." La frase subrayada dice "shabbaton shabbat" en hebreo. Este versículo llama claramente al sábado semanal un "shabbaton del shabbat sagrado." Ver además Exo. 35:2 y Lev. 23:3.

No solo puede el shabbat (escrito shin, bet, tay [SBT] en hebreo) usarse para referirse al sábado semanal, a un Gran Sábado y a un año sabático, sino que las mismas letras hebreas, sin los puntos sobre las vocales se pueden traducir de diversas maneras en otros idiomas. Por ejemplo, en la versión KJV de la Biblia, en inglés, SBT se traduce como: cesar, cesado, celebrado, descanso, descansado, apartado, poner, apartas, fallar, librarse, todavía y llevarse. Recuerde que en el texto hebreo no había puntos sobre las vocales.

La Versión Septuaginta del Antiguo Testamento traduce Lev. 23:11b de la siguiente manera: "Por la mañana del primer día el sacerdote lo levantará." Esta versión era la única al alcance de los convertidos, que no hablaban hebreo, que habían sido apartados por Yahwéh. Fue la primera traducida alrededor del 250 antes de E.C. durante el reinado de Ptolomeo Filadelfo en Alejandría, Egipto y también citaron de ella varios escritores del Nuevo Testamento.

Otro motivo por el que se cree en la cuenta empieza el día después del sábado semanal y se basa en el significado de Lev. 23:15: "Contaréis siete semanas completas desde la mañana siguiente al sábado, desde el día en que presentasteis el manojo de espigas de la ofrenda mecida." Se cree que "siete semanas completas" se refiere a contar siete semanas completas, empezando por el primer día de la semana (Domingo) y finalizando con el sábado semanal. Dicen que si no se cuenta de domingo a sábado no es una semana completa. Sin embargo, la palabra "completa" se refiere al hecho de que es preciso contar siete días completos. Por eso es por lo que se dan las instrucciones adicionales en el versículo 15, para asegurarse de que se cuenten siete semanas completas, con un total de 49 días.

Una vez más, citando de la antigua Versión Septuaginta, leemos en Lev. 23:15c, 16a: "contaréis siete semanas completas...contaréis cincuenta días hasta la mañana siguiente al séptimo sábado." De modo que ya en aquella época, en el año 250 a. de E.C. se creía que "siete sábados" quería decir siete semanas.

El hebreo de Lev. 23:15 usa la palabra "shabbat" es decir "contaréis siete semanas completas." Sin embargo, en Deut. 16:9, 10, que también nos dice cómo debemos hacer la cuenta, usa en hebreo "shabuah." Deut. 16:9, 10: "siete semanas [shabuah] contarás; desde el comienzo de la siega comenzarás a contar siete semanas [shabuah] Entonces celebrarás la fiesta de Pentecostés a Yahwéh tu Elohim; darás según la medida de la generosidad de tu mano, según Yahwéh tu Elohim te haya bendecido." Como puede usted ver en el versículo 10, esta fiesta recibe su nombre de la cuenta de las semanas, no de los sábados. Shabuah no se usa nunca en referencia al sábado semanal, sin embargo, se usa shabbat para referirse a las semanas de los años en Lev. 25:8: "Después contarás siete semanas de años [shabbat] es decir, siete veces siete años, de modo que el tiempo de las siete semanas de años [shabbat] te serán cuarenta y nueve años." Evidentemente, el contar siete sábados semanales no es suficiente en este caso.

Tenga en cuenta además los siguientes versículos:

Ex.34:22 - "Celebrarás la fiesta de Pentecostés (o de las semanas) [shabuah]"

Num.28:26 - "El día de las primicias, cuando presentéis una ofrenda de grano nuevo a Yahweh, en la fiesta de Pentecostés [shabuah] tendréis asamblea sagrada".

2 Chr.8:13 - "y en la fiesta de Pentecostés [shabuah]"

Jer.5:24 - "y nos guarda los tiempos establecidos para la siega [shabuah]."

El énfasis, al contar hasta Pentecostés, recae sobre las siete semanas o 49 días, no sobre siete sábados semanales.

Examinemos ahora lo que dice en Josué 5:10-12: "Los hijos de Israel acamparon en Gilgal y celebraron la Pascua el día 14 del mes primero, al atardecer, en las llanuras de Jericó. Al día siguiente de la Pascua [el 15 deAbib], en ese mismo día, comieron del producto de la tierra, panes sin levadura y espigas tostadas. Y el maná cesó al día siguiente, cuando comenzaron a comer del fruto de la tierra [el 16 de Abib]. Los hijos de Israel nunca más tuvieron maná. Mas bien, ese año ya comieron del producto de la tierra de Canaán."

Los que abogan por Pentecostés en domingo han intentado valerse de estos versículos para demostrar que tienen razón. Dicen que teniendo en cuenta que los israelitas comieron del "producto" de la tierra prometida el 15 de Abib, el omer o la espiga tostada debieron ofrecerla el 14 de Abib. (Lev. 23:14 prohibe comer del producto de la tierra hasta que no se haya ofrecido la espiga mecida). En su opinión, eso haría que el 14 de Abib fuese un sábado semanal aquel año, porque el omer tenía que ofrecerse "la mañana después del sábado [semanal].

Para empezar, su premisa principal es equivocada, ya que se da por sentado que debido a que comieron el "producto el 15 de Abib, la espiga mecida la ofrecieron el 14 de Abib. La verdad es que, en obediencia al mandato de Yahwéh, los israelitas ofrecieron la espiga mecida el 16 de Abib, pero no comieron del producto hasta después de haberla ofrecido. Según la Mishna, las espigas se cosechaban justo después de que hubiese acabado el Gran Sábado, antes de las 9 de la mañana. A los israelitas se les permitía comer el producto en cualquier momento, una vez que hubiesen ofrecido la espiga mecida. Por lo tanto, lo comieron aproximadamente después de las 9 de la mañana del 16 de Abib. Fue entonces cuando "comieron del producto [producto - Heb. tebuwah] de Canaán (versículo 12). Una vez que el maná hubo cesado el 16 de Abib y se hubo ofrecido el omer, comieron del producto de la tierra.

Si eso es cierto, ¿qué fue entonces lo que comieron el 15 de Abib? Josué 5:11 dice que comieron "espigas tostadas", "panes sin levadura" y "maíz reseco". La palabra "maíz" en "maíz reseco" aparece en cursiva en la versión KJV, que significa que no se encuentra en el hebreo antiguo. Los "panes sin levadura" es una traducción de la palabra hebrea "matstsah." "Maíz reseco" es una traducción del término hebreo "abuwr." El único uso de abuwr en las Escrituras se encuentra en Jos. 5:11, 12 y es el nº 5669 en la Concordancia Strong y significa "pasado, es decir, guardado y pasado, que solo se usaba para almacenar el grano." Abuwr procede de la palabra "abar" "cruzar" y también se traduce como "llevar, traer, pasar, enviar." Es evidente que el "maíz reseco" se refiere a "vituallas" que Josué mandó a los israelitas que preparasen para su viaje a través del Jordán en Jos. 1:10-11: "Entonces Josué mandó a los oficiales del pueblo diciendo: --Pasad por en medio del campamento y mandad al pueblo diciendo: 'Preparaos alimentos, porque dentro de tres días cruzaréis el Jordán para entrar a tomar posesión de la tierra que Yahwéh vuestro Elohim os da para que la poseáis." Los israelitas no comieron del producto de la tierra el 15 de Abib, sino que comieron provisiones que habían llevado consigo para cruzar el Jordán desde la tierra que no era parte de su herencia. Finalmente dos tribus y media se establecieron en la parte este del Jordán, de donde procedía el maíz reseco, pero esa no era la tierra original de la herencia.

En Lev. 23:10-11, Yahwéh deja claro que la espiga mecida o el omer debe proceder de la cosecha de "la tierra que yo os he dado." La comida que estaba prohibida en Lev. 23:14 eran los alimentos procedentes de la cosecha de la tierra prometida. No podían comer "pan, ni maíz reseco, ni grano fresco" hecha de esa cosecha hasta que no hubiesen ofrecido el omer. Jos. 5:10-12 no hace mención del grano fresco [karmel], pan [lechem], o maíz reseco [kahlee]. Solo menciona el maíz viejo [abuwr], y los panes sin levadura [matstsah] que estaban resecos.

Otro punto acerca de Josué 5:12. Afirma que el maná cesó el día después de que hubiesen comido el antiguo maíz (o el alimento que habían llevado para cruzar el Jordán). El milagro del maná en Exodo 16 enseñó a los israelitas que el maná cesaría siempre en el sábado de la semana, lo cual significaba que el maná cesaba, en realidad, en Lunes. Si Yahwéh es, efectivamente, consistente, el maná de Jos. 5:12 hubiese cesado de nuevo en el sábado semanal. Eso quiere decir que el 14 de Abib era, en realidad, Jueves.

Existe un gran problema relacionado con observar siempre la Fiesta de las Semanas en Domingo. Según la norma, para contar desde el Domingo dice "contad desde el día después del sábado semanal que corresponde a la Fiesta de los Panes sin Levadura." En primer lugar, ¿dónde dice eso en las Escrituras? En segundo lugar, si la Pascua (el 14 de Abib) coincide con el sábado semanal, entonces el shabbat no corresponde a la Fiesta de los Panes sin Levadura. Eso significaría que se empezaría a contar una semana entera después del 22 de Abib. El 21 de Abib sería el sábado que corresponde a la fiesta y eso significa que la espiga mecida ni siquiera sería parte de la fiesta. La verdad es que, Yahwéh manda que se empiece a contar correspondiendo con uno de los acontecimientos más importantes de la historia de Israel, el éxodo de Egipto (Núm. 33:3).

Aquellos que guardan el Domingo de Pentecostés cuentan a partir del 16 de Abib, basándose en una tradición practicada por los judíos de nuestros días. Los judíos siempre observaron Shavuot (la Fiesta de las Semanas) el 6 de Sivan. Por lo tanto, algunos dicen: "Si Yahwéh hubiera querido que Pentecostés se celebrase todos los años el 6 de Sivan, ¿entonces por qué no se menciona y por qué mandó Yahwéh que se contasen 50 días para establecer el día correcto?" La respuesta es sencilla. Cuando la ley fue entregada a Moisés no existía un calendario exacto. Los meses comenzaban según la vista de la luna nueva. Dependiendo de si había 29 ó 30 días en el primer o segundo mes, Pentecostés caería en el 5, el 6 o el 7 de Sivan. El actual calendario fijo de los judíos no es bíblico y no deberíamos seguirlo. Debemos seguir contado cincuenta días, comenzando el 16 de Abib, para llegar a la fecha correcta de Pentecostés.

Una objeción final en cuanto a contar a partir del 16 de Abib se basa en el cumplimiento de la espiga mecida mencionado en el Nuevo Testamento. La resurrección de Yeshua es el cumplimiento del hecho de haber recolectado las primicias de la cosecha. Su ascensión al cielo representa el cumplimiento de la ofrenda de las primicias o de la espiga mecida. Todos estamos de acuerdo en que ascendió en un momento determinado del domingo por la mañana. Se cree que ascendió después de haberse reunido con Miriam, según leemos en Juan 20:17. Aquellos que celebran Pentecostés en domingo apuntan a este hecho para demostrar que la espiga mecida se ofreció "por la mañana, después del sábado [semanal]". Dicen que si Yeshua hubiese muerto el Miércoles de Pascua (el 14 de Abib), hubiese permanecido en el sepulcro el 16 de Abib (el Viernes) y que, por lo tanto, no podría haber representado el cumplimiento de la espiga mecida.

El dar esto por hecho sería bastante correcto si, de hecho, Yeshua murió el Miércoles, pero si murió el Viernes, como se ha venido creyendo durante cientos de años, el domingo en que resucitó fue el 16 de Abib, que fue, efectivamente, el caso. A continuación ofrecemos un examen en profundidad del tema de cuándo resucitó Yeshua.

Durante muchos siglos se ha creído que Yeshua murió en Viernes y resucitó el domingo siguiente. De esa creencia surgieron días tan venerados como "El Jueves Santo", "El Viernes Santo" y el "Domingo de Pascua". También dio como resultado que se cambiase el sábado semanal del séptimo día al primer día de la semana, en honor de la resurrección del Mesías en ese día. Sin embargo, durante estos últimos años, se ha empezado a creer que Yeshua murió el miércoles y resucitó al final del sábado semanal. La intención de ese cambio doctrinal ha sido la de refutar la veneración del domingo como el "sábado cristiano". Si se pudiese demostrar que Yeshua resucitó el séptimo día, ya no habría base para celebrar el sábado en domingo.

Aquellos de nosotros que continuamos manteniendo el séptimo día, el sábado, como día de reposo, no tenemos que escribir de nuevo la historia para apoyar el guardar el sábado, ya que los mandamiento de Yahwéh son inmutables. Si El, ni su Hijo ni los apóstoles cambiaron el mandamiento relacionado con el sábado, debemos continuar observando el séptimo día de la semana, a pesar de que otros no lo hagan.

La Base de un empalamiento y muerte en Miércoles se basa en la interpretación literal de Mat. 12:38-41: "Entonces le respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: --Maestro, deseamos ver de ti una señal. El respondió y les dijo: --Una generación malvada y adúltera demanda señal, pero no le será dada ninguna señal, sino la señal del profeta Jonás. Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. Los hombres de Ninive se levantarán en el juicio contra esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron ante la proclamación de Jonás. ¡Y he aquí uno mayor que Jonás está en este lugar!"

Aquellos que alegan que la muerte se produjo el Miércoles dicen que la señal del verdadero Mesías fue que estuvo en el sepulcro durante exactamente 72 horas, de la misma manera que lo Jonás estuvo en el vientre del gran pez durante tres días y tres noches. Continuan diciendo que cualquiera que crea que la muerte se produjo en Viernes y la resurrección en Domingo cree en un falso mesías. Para entender el auténtico significado de estos versículos debemos estudiar todo lo que dicen las escrituras acerca de este suceso.

En Luc. 11:29-30 encontramos un relato paralelo al de este encuentro con los fariseos: "Y apiñándose las multitudes, él comenzó a decir: 'Esta generación es una generación malvada. Pide señal, y no le será dada ninguna señal, sino la señal de Jonás. Porque como Jonás fue señal para los habitantes de Ninive, así también lo será el Hijo del Hombre para esta generación." Yeshua nos está diciendo concretamente en este caso que la señal fue el propio Jonás. También dice que él. que es el Hijo del Hombre, sería la señal para la actual generación de Israel. El énfasis no recae sobre el tiempo que permanecieron estos dos hombres encerrados en sus respectivas prisiones, sino en los hombres mismos y el mensaje de arrepentimiento que predicaron. Los ninivitas se apresuraron a arrepentirse después de haber escuchado el mensaje de Jonás, pero sin embargo, la generación malvada de Israel no reaccionaría ante el mensaje, mucho más importante, del gran mensajero.

Una señal es algo que resulta perfectamente visible para la persona que busca una señal, pero los judíos querían una señal que fuese incluso más convincente que los milagros que realizaba Yeshua. La cuestión es: "¿de qué modo fue el viaje que realizó Jonás en el vientre del gran pez una señal para los ninivitas?" Según Jonás 2:10-3:3, una vez que fue vomitado y salió por la boca del pez debía ir a Ninive. Pero nadie de Ninive vio cómo el pez vomitaba a Jonás de su interior ni tampoco Jonás les habló sobre ello. Teniendo en cuenta que no sabían ni vieron lo que le había sucedido a Jonás, no pudo ser una señal para los ninivitas. El propio Jonás, como predicador del arrepentimiento enviado por Yahwéh, era la señal, no los tres días y las tres noches que había permanecido en el interior del pez. De la misma manera, el propio Yeshua, como predicador del arrepentimiento enviado por Yahwéh, es la señal para la generación malvada de Israel. El énfasis, por tanto, recae sobre el hombre y su mensaje, no sobre el tiempo transcurrido.

En lo que se refiere a la palabra hebrea "noche" y la frase "tres días y tres noches" leemos lo siguiente de "The Theological Wordbook of the Old Testament" (El Lexico Teológico del Antiguo Testamento) por Harris, Archer y Waltke, páginas 478 y 479: "En este sentido resultan de lo más instructivos los tres días y tres noches de 1ª Sam. 30:12. El versículo 13 dice claramente: "Hoy es el tercer [día].' Por lo tanto, se puede llegar a la conclusión de que la expresión es una fórmula estereotipada, que se aplica cuando se habla de cualquier parte del tercer día, no una afirmación en el sentido de que hubiesen transcurrido setenta y dos horas." En otras palabras, es un modismo, una expresión típica del lenguaje hebreo. Un ejemplo de un modismo, en castellano, sería "llueve a cántaros". Si alguien que no estuviese familiarizado con las expresiones castellanas leyese esta frase podría pensar que están cayendo literalmente cántaros del cielo. La frase "tres días y tres noches" es un modismo hebreo, que no debe entenderse literalmente.

Esta manera de contar, que incluiría cualquier parte del día como un todo, se llama "conclusión inclusive." Un ejemplo de ello, lo encontramos en el recuento de los días de Pentecostés. Lev. 23:16 dice concretamente que es preciso "contar cincuenta días" y, sin embargo, la fiesta comienza tan pronto como empieza el día cincuenta, no cuando ha terminado. La "Jewish Encyclopedia" (La Enciclopedia Judía) Vol. 4, pág. 474, confirma este método de contar el tiempo, diciendo: "Un breve espacio de tiempo, correspondiente a la mañana del séptimo día se cuenta y considera como el séptimo día; la circuncisión se lleva a cabo al octavo día, a pesar de que, no queden del primer día más que unos minutos desde el nacimiento del niño, cuenta como si fuese un día entero."

Según los rabinos que vivieron alrededor de la época del Mesías "un día y una noche son un "Onah" (un día natural) y una parte del "Onah" es un todo" (Rabino Eliezer ben Azariah). El Rabino Ismael también cuenta parte del Onah como si fuese un día completo y, por lo tanto, se puede decir que el Mesías estuvo en el sepulcro tres Onoth, o tres días naturales, a pesar de que la mayor parte del primer día había terminado y la mayor parte del tercer día todavía no había transcurrido, porque según la manera tradicional de Israel de contar "una parte de un Onah", se considera como un día entero.

El obligar a Mat. 12:40 a tener un sentido literal da como resultado el obligar a muchos otros pasajes de las Escrituras, que están perfectamente claros, a decir algo que en realidad no dicen. Por ejemplo, un grupo perteneciente al Nombre Sagrado intenta demostrar que la visita al sepulcro de Mar. 16:2 tuvo lugar justo después de que se pusiese el sol, al terminar el sábado semanal. La versión KJV traduce el término griego "anateilantos" como "salir" en referencia al sol, dando por sentado que el sucedo tuvo lugar el domingo por la mañana. Sin embargo, realizan grandes esfuerzos por demostrar que "anateilantos" significa "puesta". Si eso fuese cierto, todos los versículos que usan esa palabra o cualquier forma de ella, debieran traducirse de la misma manera. Juzge por si mismo el lector si los siguientes versículos concuerdan con la traducción de "puesta" (Mat. 5:45; San.1:11; Luc. 12:54; Mat. 4:16; 2ª Pe. 1:19).

Este mismo grupo intenta demostrar que Luc. 24:1 tiene lugar después de que acaba la puesta de sol, al tocar el sábado semanal a su fin. Dicen que la palabra griega "batheos" traducida "por la mañana muy temprano" en la KJV quiere decir "al amanecer, muy temprano" o "el amanecer de un nuevo día." Como los días empiezan con la puesta del sol, eso significaría al final del sábado. Sin embargo, este grupo, no traduce "orthrou" en el sentido de "el momento antes del amanecer, por la mañana muy temprano." La misma palabra en varias formas se ha usado en Hechos 5:21, Juan 8:2 y Apoc. 22:16. Una vez más, juzgue el lector por sí mismo cuál es el significado de estos tres versículos.

Según fuentes históricas, el guardar el Sábado comenzó ya a mediados del primer siglo (150 E.C.). Las gentes de aquellos tiempos creían que la resurrección había tenido lugar el Domingo y lo santificaban de la misma manera que había santificado Israel el Sábado. Llegaron a la conclusión de que la resurrección tuvo lugar en domingo, basándose en los relatos orales transmitidos de una generación a otra y por lo dicho en los ejemplares griegos de las escrituras. No estaban influenciados por la versión inglesa de la KJV porque aún no se había publicado. Por lo tanto, los argumentos acerca de palabras concretas en griego son irrelevantes porque la gente de aquellos tiempos conocían su verdadero significado, a pesar de lo cual, seguían observando el domingo.

La expresión más común que usaba Yeshua respecto a su resurrección era que sucedió "al tercer día." Yeshua nos da un claro ejemplo de lo que quiso decir con "el tercer día" en Luc. 13:32: "El les dijo: --Id y decir a este zorro: 'He aquí echo fuera demonios y realizo sanidades hoy y mañana, y el tercer día termino." Yeshua se refiere a "hoy" como el primer día, "mañana" como el segundo día y el tercer día como "mañana." Fuese cual fuese el tiempo que quedase aún del primer día, seguía incluido en la cuenta de Yeshua. Según la manera de pensar de Yeshua, el tercer día es el día después de "Mañana" y "mañana" es el día después de "hoy" y "hoy" es el día en que estaba hablando. El día en que murió el mesías, el 14 de Abib, era "hoy". El 15 de Abib era "mañana" y el 16 de Abib era el "tercer día." Teniendo esto en cuenta, podemos entender algunas otras referencias a los tres días.

En Luc. 24:13-35 leemos acerca del encuentro que tuvo lugar entre Cleofas, su compañero y Yeshua. La reunión se celebró el mismo día en que las mujeres fueron al sepulcro y lo hallaron vacío. El versículo 29 muestra que el día estaba ya avanzado y que, por lo tanto, la conversación debió tener lugar durante las horas de luz del domingo o como dice Lucas 24:1 durante: "el primer [día] de la semana.

La conversación con Yeshua comienza en el versículo 17: "Entonces les dijo: --'¿qué son estas cosas de que estaís conversando entre vosotros mientras camináis?' Se detuvieron con semblante triste. Y respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: --¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabes las cosas que han acontecido en estos días? Entonces él dijo: --¿Qué cosas? Y ellos dijeron: --De Yeshua de Nazaret, que era un hombre profeta, poderoso en obras y en palabra delante de Yahwéh y de todo el pueblo; y de cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros dirigentes para ser condenado y muerte y de cómo le crucificaron. Nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel. Ahora, a todo esto se añade el hecho de que hoy es el tercer día desde que esto aconteció.'"

La última frase es sumamente importante porque el día en que estaban hablando acerca de estas cosas precisamente era el tercer día desde que habían sucedido. ¿De qué estaban hablando? Cleofas comenzó su relato de los acontecimiento que habían tenido lugar con el arresto de Yeshua y acabó con la muerte del Mesías. Cleofas dijo: "Ahora, a todo esto se añade el hecho de que hoy es el tercer día desde que esto aconteció.'" Por lo tanto, el domingo era el tercer día o el día 3; el sábado era el segundo día o día 2 y el Viernes era el primer día o día 1. Refiriéndose a la manera de entender Yeshua la cuenta de los días en Luc. 13:32, vemos que el día 1 se contaba, a pesar del tiempo que podría haber transcurrido ya de ese día. Ese viernes era el 14 de Abib, es decir, la Pascua. A Yeshua le mataron en el momento mismo en que los israelitas estaban matando a sus corderos pascuales, a las 3 de la tarde. Aunque solo quedaban unas tres horas para que ese día concluyese, todavía era el día 1.

Si intentamos aplicar las 72 horas completas al tiempo que permaneció Yeshua en el sepulcro, creamos problemas respecto a este texto. El sábado, aproximadamente al mediodía, se cumpliría el período de las 24 horas; el Viernes, al mediodía habría pasado el período de 24 horas y el jueves, al mediodía, el tercer período de 24 horas. Cleofas acabó el relato de "estas cosas" con la muerte de Yeshua, que no sucedió el jueves por la tarde. No existe base bíblica para acabar "estas cosas" que habían acontecido con el hecho de que se sellase el sepulcro el jueves.

De hecho, si repasamos los siguientes 13 pasajes de las Escrituras, veremos que muestran claramente la cuenta de los tres días, comenzando con la muerte del Mesías, no a partir del momento en que fue sepultado. (Mat. 16:21; Mat. 17:23; Mat. 20:18,19; Mat. 27:63,64; Mar. 9:31; Mar. 10:34; Luc. 9:22; Luc. 13:32; Luc. 18:33; Luc. 24:7; Juan. 2:19-21; Hechos 10:39,40; 1ª Cor.15:3,4).

¿Y qué sucede con lo que dice Mat. 27:63 y la frase "después de tres días?" ¿Se puede considerar que la resurrección sucedió el domingo "después de tres días" si Yeshua murió el Viernes? Los fariseos se referían a las palabras de Yeshua en Juan 2:19-21." Esto muestra que "después" es un modismo que significa "en". Esto también lo podemos ver en 2ª Cro. 10:5-12. En el versículo 5, el rey Jeroboam dijo al pueblo "volved a mi dentro de tres días." En el versículo 12, el pueblo regresó "al tercer día." Parece ser que "después de" y "en" se usan de modo intercambiable. Por lo tanto, "después de tres días" no quiere decir necesariamente después de que "haya acabado el tercer día", sino que posiblemente quiera decir "una vez que haya empezado el tercer día" que concuerda con la manera hebrea de contar parte de un día como si fuese un día entero.

Otro problema lo plantea el pensar que el empalamiento tuvo lugar el Miércoles. Los que defiende esa idea citan Mar. 16:1, que afirma que las mujeres llevaron las especias cuando había concluido el sábado. Creen que el sábado era el 15 de Abib, es decir, un jueves, que era un día solemne. A continuación citan Luc. 23:56 para demostrar que las mujeres prepararon las especias antes del sábado, que dicen que se refiere al sábado semanal. Por lo tanto, tenemos dos sábados diferentes, uno que caía en jueves y el otro en shabbat. Esto les obliga a considerar que habían transcurrido dos días enteros entre los versículos 55 y 56 del capítulo 23 de Lucas. Dicen que el versículo 55 ocurre el Miércoles y el 56 el sábado. Una lectura atenta a estos versículos mostrará que las mujeres "regresaron" de ver dónde había colocado José el cuerpo de Yeshua, por lo que no transcurre ningún tiempo considerable entre los versículos 55 y 56. Las mujeres tenían ya las especias a mano y descansaron el sábado semanal. Cuando terminó el shabbat evidentemente pensaron que se necesitaban más especias, así que el sábado por la noche llevaron más, preparándolas aquella misma noche y regresando el domingo por la mañana al sepulcro.

El creer que las mujeres llevaron las especias después del día solemne o shabbaton del jueves crea problemas adicionales. Mar. 16:1, 2 dice que dos mujeres llevaron especias después de haber acabado el sábado y fueron al sepulcro "muy de mañan, a penas salido el sol." Lucas usa el término "orthrou" y Luc. 24:1 muestra además que esta visita tuvo lugar por la mañana. El relato de Juan sugiere también que la visita de las dos mujeres se produjo por la mañana temprano. A pesar de estos tres relatos, acerca de la visita de las mujeres por la mañana, los que creen que la resurrección sucedió el sábado intentan demostrar que el relato de Mateo trata acerca de una visita diferente, que ocurrió "el sábado a una hora avanzada." Si las mujeres hallaron el sepulcro vacío mientras era aun sábado, ¿por qué regresaron a la mañana siguiente y dijeron: "¿quién removera la piedra de la puerta del sepulcro?" No hay duda alguna de que eso fue algo que dijeron por la mañana. El hecho es que el relato de Mateo también tiene lugar por la mañana. Traduciendo Mat. 28:1 para que diga "a última hora del sábado" obliga a traducir los otros tres evangelios como si la visita hubiese tenido lugar por la noche.

Finalmente, ¿qué relación tiene todo esto con la "espiga mecida" y Pentecostés? Hagamos un examen rápido. El día en que se mecia la espiga era el día nº 1 de la cuenta de los 50 días, que faltaban para la Fiesta de las Semanas o Pentecostés (Lev. 23:15). Aquellos grupos que siempre celebran Pentecostés en Domingo apuntan a la resurrección y ascensión de Yeshua como el cumplimiento de la espiga mecida. Eso es debido a que creen que el "sábado" al que se refiere Lev. 23:11 y 15 es el sábado semanal y, por lo tanto, que la espiga mecida siempre se ofrecía en domingo. Los judíos de los tiempos del Mesías y ciertos grupos de creyentes actuales entienden que el "shabbat" de Lev. 23:11 y 15 es el día solemne del 15 de Abib. Por lo tanto y según ellos, el día de la espiga mecida siempre caería en el 16 de Abib. Esta creencia, juntamente con la creencia del empalamiento en miércoles, significa que el 16 de Abib cayó en Viernes en el año de la muerte del Mesías. Esto hace que el cumplimiento de la espiga mecida resulte imposible, puesto que para entonces Yeshua ya estaba muerto, pero si el Mesías murió en viernes, el 16 de Abib sería domingo y, por lo tanto, sería el cumplimiento de la espiga mecida mediante la resurrección y la ascensión de Yeshua en domingo.

La muerte de Yeshua tuvo lugar exactamente a las 3 de la tarde del 14 de Abib y cumplió perfectamente el sacrificio de la Pascua y, como podemos ver, la espiga mecida también se cumplió perfectamente. Según la Mishna, la espisa se cosechaba poco después de que se hubiese puesto el sol, acabando el día solemne o shabbaton del 15 de Abib. Esta cosecha se cumplió gracias a la resurrección de Yeshua de entre los muertos, siendo el primogénito y la cosecha espiritual de las almas. Por la mañana del 16 de Abib, el sumo sacerdote ofreció la espiga, cosa que sucedió no más tarde de las 9 de la mañana. Esa ofrenda se cumplió mediante la ascensión al cielo de Yeshua y su aceptación de Yeshua como las primicias, cosa que sucedió el domingo por la mañana, después de que Yeshua se hubiese reunido con Mirian, según Juan 20:17.

Finalmente, pensamos en lo que dice en Juan 19:31. Juan dice que era "el día de la Preparación" (el 15 de Abib) y caía en "el Gran Sábado". Si ese sábado era el sábado semanal, entonces Yeshua murió en viernes. Sin embargo, si al Jueves del 14 de Abib se le llama el "sábado" eso demuestra que el "sábado" de Lev. 23:11, 15 puede referirse al 15 de Abib y no al sábado semanal. En otras palabras, los que abogan por la idea del empalamiento en miércoles, no pueden continuar rechazando el que se cuente desde el 16 de Abib porque crean que "el sábado solo se refiere al sábado semanal y no a los sábados anuales."

Los judíos siempre han tenido razón en lo que se refiere a observar el Sábado, la Pascua y Pentecostés. Las iglesias cristianas y muchos de los grupos del Nombre Sagrado han estado guardando estos días en días equivocados porque han interpretado mal lo que dicen las Escrituras. Una comprensión correcta de la espiga mecida y de cómo contar hasta Pentecostés no solo ayudará a entender cuándo murió Yeshua, el tiempo que permaneció en el sepulcro y cuándo resucitó, sino que nos asegurará al mismo tiempo acerca de cuándo debemos celebrar la Fiesta de las Semanas en el día correcto.

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