¿Qué Ha Sucedido con El Sábado?

 

Si se encuentra usted entre los millones de cristianos a los que se les ha engañado para que crean que el Sábado Santo de Yahwéh Todopoderoso no existe ya, por favor siga leyendo. Este artículo se ha escrito haciendo un esfuerzo por restablecer la verdad, tal y como la revela las Sagradas Escrituras, porque Yahwéh busca solo a los que le adoren en verdad (Juan 4:23, 24).

El cuarto mandamiento de los "Diez Mandamientos" dice lo siguiente:

"Acuérdate del día del sábado para santificarlo. Seis días trabajarán y harás toda tu obra, pero el séptimo día será sábado para Jehová tu Dios. No harás en él obra alguna, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu animal, ni el forastero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días Yahwéh hizo los cielos, la tierra y el mar, y todo lo que hay en ellos, y reposó en el séptimo día. Por eso, Yahwéh bendijo el día del sábado y lo santificó." (Exo. 20:8-11)

Yahwéh bendijo no solo el séptimo día de la semana (el sábado), sino que lo apartó de los otros seis días como un día de reposo de toda obra. La única persona que tiene la autoridad como para cambiar los Diez Mandamientos, escritos en tablas de piedras como señal de que son inmutables, es el escritor mismo, es decir, Yahwéh. Pero no existe ningún mandamiento de Yahwéh, de su Hijo Yeshua ni de los apóstoles, escrito ni en el Antiguo ni en el Nuevo Testamento para cambiar el sábado a domingo (que es el primer día de la semana) o para abolir el sábado por completo.

Entonces ¿a qué es debido que la mayoría de los cristianos le rindan culto en domingo? La mayoría lo hacen porque el Mesías resucitó de entre los muertos en ese día pero, sin embargo, esa no es una razón válida. Es una tradición ideada por el hombre, que hace que las gentes quebranten los mandamientos dados por Yahwéh y, por lo tanto, hace que le adoren en vano. "Y en vano me rinden culto, enseñando como doctrina los mandamientos de hombres." "Les decía también: --¡Bien desecháis el mandamiento de Yahwéh para establecer vuestra tradición!" (Mar. 7:7, 9)

Hay aquellos que están convencidos de que tienen una base bíblica para no seguir guardando el sábado. Están acostumbrados a "los textos de prueba" para apoyar dicha creencia, como son Gálatas 4:10, Colosenses 2:14-17 y Efesios 2:15. A continuación ofrezco una explicación del significado y el propósito que tienen los escritos del apóstol Pablo a los que, por cierto, se refirió el apóstol Pedro diciendo que en ocasiones resultaban difíciles de entender. Son muchas las personas que se esfuerzan por comprenderlos, pero lo hacen para su propia destrucción. (2ª Ped. 3: 16).

Galatas 4:10

Pablo estaba escribiendo a los gálatas, que habían sido adoradores paganos de las deidades paganas antes de su conversión a Yeshua y dice en el versículo 8: "...cuando no habíais conocido a Dios [Yahwéh], servisteis a los que por naturaleza no son dioses." En otras palabras, eran idólatras, que ni servían a Yahwéh ni caminaban conforme a Sus leyes. No sabían nada sobre Sus mandamientos ni sus leyes, excepto lo que habían oído de los israelitas que vivían en su ciudad. El versículo 9 afirma que después de convertirse comenzaron a ser conocidos por Yahwéh, que hizo que Pablo preguntase: "¿por qué queréis volveros a los caminos que llevabais antes de ser convertidos? ¿Por qué continuáis observando los días, los meses, las ocasiones y los años ordenados por los paganos? ¿Por qué queréis ser esclavos de los débiles y de los pobres principios de los llamados días santos paganos?

Sería equivalente a que un musulmán se convirtiese al Cristianismo y, sin embargo, continuase observando el Ramadan o haciendo peregrinajes a la Meca. Los días sagrados, que los gálatas comenzaban a celebrar de nuevo, podían compararse con las falsas fiestas que tenemos actualmente, como puedan ser el domingo, la Pascua, cuaresma, Navidad, Viernes de Ceniza, Jueves Santos, todos los cuales han sido declarados días festivos por la "santa madre iglesia" de Roma y no por Yahwéh, que declaró en Lev. 23 cuáles son sus días sagrados.

Piense en ello. ¿Por qué iba Pablo a decirnos que guardásemos la Fiesta de los Panes sin Levadura en 1ª Cor. 5:7, 8 y luego iba a decirnos que no guardásemos ningunas de las fiestas mencionadas en Gál. 4:10? ¿Por qué iba a desear guardar la próxima fiesta en Jerusalén, que se menciona en Hechos 18:21 y luego le diría a los gálatas que no se les permitía guardar ninguna de las fiestas? ¿Por qué se reunieron los discípulos el día de Pentecostés (la Fiesta de las Semanas) en Hechos 2 si ese sábado anual se hubiese abolido? Piense además lo que dice en 1ª Cor. 16:8; Hechos 20:6, 16 y Hechos 27:9 (el ayuno se hacía el Día de la Expiación, un sábado anual). La costumbre de Pablo era obedecer todas las leyes de Yahwéh porque sabía que la ley no quedaba sin validez por causa de la fe (Rom. 3:31)

Colosenses 2:14-23

Estos versículos se usan para demostrar que el sábado semanal además de los sábados anuales han quedado clavados en la cruz. Este punto de vista es incorrecto y se basa en varias traducciones equivocadas, en palabras añadidas que no se encuentran en los textos griegos y en una pobre exégesis bíblica.

Decidamos primero el contexto del capítulo dos. En los versículos 4 y 8 Pablo advierte a los colosenses acerca de los engañadores y nuevamente, en el versículo 18, Pablo hace su advertencia final acerca de estos mismos engañadores. ¿De qué medios se estaban valiendo para engañar a los colosenses? El versículo 8 nos dice que estaban intentando exaltar las tradiciones de los hombres por encima de las del Mesías (vers. 8 y 19).

Fíjese el lector bien en el contexto. Las tradiciones de los hombres, se mencionan en lo versículos 8, 18 y 22. Los versículos que aparecen entre el 8 y el 22 deben entenderse basándose en el contexto de las tradiciones de los hombres.

Ahora podemos entender la palabra clave en Col. 2:14 "decretos." La palabra griega "decretos", que se usa aquí, es una forma de la palabra raíz "dogma", que significa normas, leyes, mandamientos, preceptos etc. etc. ideados por el hombre. Pablo no se está refiriendo en este versículo a las ordenanzas de Yahwéh, sino que está hablando acerca de los decretos y las tradiciones del hombre. Esta misma palabra se usa en Col. 2:20, en relación con las doctrinas y mandamientos de los hombres. En Luc. 2:1 en relación con el decreto de César Augusto, en Hechos 17:7 en relación con un decreto de César y en Efe. 2:15, que veremos más adelante. Siempre tiene relación con los mandamientos del hombre no de Yahwéh. Compare la palabra dogma con la palabra griega relacionada con los decretos de Yahwéh "dikaioma."

Esta palabra dikaioma se usó en Luc. 1:6 en relación con los decretos de Yahwéh y en Heb. 9:1, 10 en relación una vez más con los decretos de Yahwéh. Por lo tanto, Pablo está diciendo en el versículo 14 trata acerca de las tradiciones y los mandamientos de los hombres, pero no de las leyes de Yahwéh. ¿Qué fue, pues, lo que se clavó en la cruz? La construcción griega muestra que fue clavada "la escritura" no los decretos. El escrito o, en griego "cheirographon" era una especie de certificado de deuda. Siempre que el hombre peca en contra de Yahwéh su pecado queda imputado en contra suya (Rom. 4:7, 8). Cuando los hombres exaltan las tradiciones de los hombres sobre los mandamientos de Yahwéh, como hicieron los fariseos, por ejemplo, pecan contra Yahwéh. El Mesías se hizo pecado por nosotros y cuando fue clavado en el árbol también lo fueron nuestros pecados, que fueron imputados en nuestra contra. Los santos decretos de Yahwéh no fueron clavados en el árbol, sino el certificado de deuda que dio como resultado que se proclamase una sentencia de muerte contra nosotros, quedando clavado en el árbol. Por eso es por lo que Pablo dijo, en el versículo 13, que los colosenses estaban "muertos en sus pecados". Los principados y poderes del versículo 15 hicieron que el pueblo pecase por causa de las leyes ideadas por el hombre, pero el Mesías obtuvo la victoria sobre ellas.

Con esto llegamos al versículo 16, de crucial importancia. Fueron los engañadores, mencionados en los versículos 4, 8 y 18 los que juzgaron a los colosenses, en lo que se refiere a las cosas que menciona el versículo 16, imponiendo sus mandamientos y tradiciones, ideadas por los hombres, a los colosenses. Pablo les dijo que no permitiesen que nadie les juzgase con respecto a estas cosas y algo que se añadió y de gran importancia en la versión inglesa KJV, que no aparece en ningún manuscrito griego, fue la palabra "es" en el versículo 17, que cambia el significado de la afirmación hecha por Pablo. Por eso es por lo que se escribió en negrita. El mantener la palabra "es" implica el pensamiento de sombra versus la realidad. En otras palabras, el Mesías hizo realidad la sombra de las cosas que se mencionan en el versículo 16. Sin embargo, si quitamos la palabra "es" añadida, implica que no debemos permitir que ningún hombre fuera del cuerpo del Mesías nos juzgue respecto a estas cosas. De hecho, esto concuerda perfectamente con el contexto de las afirmaciones anteriormente hechas por Pablo. Fijémonos en lo que dice en Col. 1:18 y 24; Col. 2:19, todas las cuales nos enseñan que el cuerpo del Mesías es la iglesia o todos los verdaderos creyentes.

Hay varios puntos más que vale la pena mencionar con respecto a los versículos 16 y 17. El 17 afirma que estas cosas "son" una sombra de las cosas "por venir" no que "fuesen" una sombra que se hubiese hecho realidad. Pablo escribió esta epístola unos 30 años después.

La muerte y resurrección del Mesías, a pesar de lo cual se refiere a ellas como si no se hubiesen cumplido, como si fuesen sombras de algo que aún era futuro.

Efesios 2:15

La prueba final que hemos de considerar se encuentra en Efe. 2:15. Nos encontramos una vez más con la palabra griega "dogma" (preceptos) que quiere decir mandamientos ideados por los hombres. Teniendo en cuenta este hecho, comencemos por los versículos 11 al 13. Pablo explica que antes de que hayamos aceptado al Mesías como nuestro Salvador, hemos sido separados de la comunidad de Israel, estando sin Yahwéh y sin circuncidar. Sin embargo, una vez que aceptamos al Mesías nos convertimos en israelitas, siendo circuncidados de corazón y siendo uno con Yahwéh. Fijémonos en lo que queda abolido en el versículo 15. Lo que quedó abolido fue la enemistad o el odio entre el israelita y el gentil. Este odio lo produjeron los mandamientos y las tradiciones de los hombres. Por ejemplo, Pablo alude a la "pared central de separación" entre el judío y el gentil, que era una pared literal que Pablo usa de manera figurativa para destacar este punto. Los judíos habían decretado (convirtiéndolo en un dogma) que si un gentil cruzaba la pared que separaba el Patio de los Judíos del Patio de los Gentiles que rodeaba el Templo, morirían de inmediato, lo cual no era un mandamiento dado por Yahwéh. De hecho, Yahwéh no mandó nunca que existiese semejante muro de separación. Ese dogma fue el que causó el odio entre dos pueblos, odio que el Mesías destruyó creando un nuevo y solo hombre, estableciendo, de este modo, la paz.

No puedo enfatizar suficientemente la importancia que concede Yahwéh a que se observen sus días de fiesta. Cada una de ellas tiene un significado muy especial, por ejemplo, no solo es la Fiesta de los Panes sin Levadura una imagen de la eliminación del pecado (la levadura) en nuestras vidas, sino que es un recordatorio de cómo Yahwéh realizó una gran liberación a favor de Israel, sacándolo de Egipto. ¿Podemos nosotros, con una conciencia tranquila, afirmar que ya no tenemos necesidad de recordar este acontecimiento tan importante, que celebra la gran misericordia de Yahwéh? ¿Acaso no tenemos ya necesidad de recordar la creación de los cielos y la tierra, descansando en el séptimo día, como nos dio ejemplo el Creador?

Los sábados de Yahwéh fueron concedidos como un pacto perpetuo y son una señal entre El y Su pueblo, a fin de que sepan quién es el que les santifica (Ex. 31:13-17), y continuarán celebrándose después de que se creen el nuevo cielo y la nueva tierra (Isa. 66:22, 23) así que ¿por qué no comenzar ahora?

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